Caballerizas

Aquí, los recuerdos —nuevos y antiguos— galopan junto a los sueños, reavivando la magia de aquellos momentos eternos de juventud.

Este espacio distintivo, santuario tranquilo para nuestros amados caballos, alberga también el encantador speakeasy Dos Caras Una Luna. Meticulosamente diseñado para el novio y sus amigos más cercanos, ofrece un escenario sereno para la camaradería y los brindis alegres, celebrando la magia que aguarda en su día más extraordinario.

CAPACIDAD

- Capacidad para hasta 250 invitados

CABALLERIZAS

- Superficie: 1,400 m² / 15,069.47 pies²
- Altura total: 12 m / 39.3 pies

SPEAKEASY

"Dos Caras Una Luna" 
- Salón de arreglo para caballeros
- Vista al impresionante lago de dos millones de litros

Ven y escucha una sinfonía de sueños y alegrías. La grandeza de nuestras caballerizas, refugio de serenidad y descanso para nuestros caballos, refleja maravillosamente el asombro ilimitado, la expectativa y la emoción de la infancia. Siempre se concibió como un puente donde el vasto presente y los recuerdos dorados del pasado cabalgan juntos.

Construidas con ternura y atención, guiadas por Luna misma, las caballerizas inspiran admiración en cada sentido. La brisa que acaricia a nuestros caballos, cálida como el abrazo de un viejo amigo; las texturas frescas y robustas de sus muros de piedra; y la paz perdurable que habita en cada corredor, se combinan para crear una sensación etérea y onírica que permanece en el corazón, imborrable.

Sobre las habitaciones de nuestros caballos se encuentra un refugio tranquilo, un espacio íntimo diseñado para inspirar una relajación total. El speakeasy Dos Caras Una Luna invita a compartir momentos genuinos entre amigos íntimos: conversaciones de corazón a corazón, confidencias sinceras, risas espontáneas. Aquí, las copas se alzan en honor al hombre del momento y los buenos deseos fluyen libres, derramándose desde los balcones hacia la verde ternura de Luna.

Con miradas apacibles y una presencia serena, nuestros caballos calman corazones llenos de emoción y anticipación. No se necesitan palabras; con su sola presencia alivian cualquier carga, entendiendo la importancia de la serenidad y la paz. En este entorno apacible, nuestros invitados se sumergen en el vaivén rítmico del lago cercano, espejo del fluir grácil de nuestra hermosa cascada.

Al pisar las caballerizas de Luna Escondida, uno no puede evitar ser envuelto por una profunda nostalgia, un eco sentimental que resuena a través de los muros de piedra y los silenciosos pasillos. Es una experiencia que trasciende el tiempo, un puente que conecta el presente con los dorados recuerdos de la infancia de sus fundadores.